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Freud, S., “Análisis terminable e interminable”, Obras Completas, t. xxiii, Buenos Aires, Amorrortu, 2001.
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Citas:
Página 226: “… las expectativas de los optimistas presuponen muchas cosas en modo alguno evidentes: en primer lugar, que es perfectamente posible tramitar de manera definitiva y para todo tiempo un conflicto pulsional”.
- Página 228: “La rectificación, con posterioridad (nachträglich), del proceso represivo originario, la cual pone término al hiperpoder del factor cuantitativo, sería entonces la operación genuina de la terapia analítica”.
- Página 232: “Dada una intensidad pulsional hipertrófica (…) el gobierno sobre lo pulsional mejora, pero sigue incompleto, porque la trasmudación del mecanismo de defensa ha sido imperfecta.
- Página 239: “Los mecanismos de defensa sirven al propósito de apartar peligros (…) pero es también seguro que ellos mismos pueden convertirse en peligros”.
- Página 241: “Al efecto que en el interior del yo tiene el defender podemos designarlo “alteración del yo”, siempre que por tal comprendamos la divergencia respecto de un yo normal ficticio”.
- Página 244: “… no podrá ya sustentar la creencia de que el acontecer anímico es gobernado exclusivamente por el afán de placer (…) presencia en la vida anímica de un poder que, por sus metas, llamamos pulsión de agresión o destrucción y derivamos de la pulsión de muerte originaria”.
- Página 249: “Por tanto, tiene su buen sentido que al analista se le exija, como parte de su prueba de aptitud, una medida más alta de normalidad y de corrección anímicas (…) servir al paciente como modelo (…)”.
Lacan, J., (1966-1967) Seminario 14 “La lógica del fantasma”. Inédito
Citas:
- Clase del 14/12/66: “La S en tanto que resurge para permitir el entorno de la S´ reprimida, la S representa al sujeto del Inconsciente a nivel de algo otro que está allí, del que tenemos que determinar el efecto como efecto de significación y que se llama síntoma.
- Clase del 15/2/67: “(…) el sujeto viene al análisis, no para demandar alguna exigencia actual sino para saber que demanda: eso lo conduce a demandar que el Otro le demande algo”.
- Clase del 19/4/67: “El a es (…) lo que podría llamarse la montura del sujeto. Metáfora que implica que el sujeto es la joya, y la montura lo que soporta, lo que lo sostiene, lo encuadra.El objeto a lo hemos definido y representado como lo que cae en la estructura a nivel del acto fundamental de la existencia del sujeto, ya que es el acto en el que el sujeto se engendra , a saber, la repetición”.
- Clase del 31/5/67: “El cuerpo mismo es originalmente este lugar del Otro, puesto que desde ahí desde el origen se inscribe la marca en tanto significante. (…) el goce es algo que tiene cierta relación al sujeto, en tanto que el acto sexual es este enfrentamiento al agujero dejado en cierto registro del acto que es cuestionable. Este sujeto es suspendido por una serie de modos o estados de insatisfacción, he aquí lo que por si mismo justifica la introducción del término goce, que en todo instante, principalmente, en el síntoma se nos propone como indiscernible del registro de la satisfacción”.
Lacan, J., El Seminario de Jacques Lacan, libro 17, El reverso del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 2006.
Citas:
- Página 82: “(…) todo aquello con lo que nos enfrentamos al explorar el inconsciente, lo determina, (…) la repetición. (…) La repetición es una denotación precisa de un rasgo que he extraído (…) del texto de Freud como idéntico al rasgo unario, un elemento de escritura, un rasgo que conmemora una irrupción del goce”.
- Página 95: “(…) el discurso analítico se especifica, se distingue por plantear la pregunta de para qué sirve esta forma de saber que rechaza y excluye la dinámica de la verdad”.
- Página 56: “Al analista, y sólo a él, se dirige esa fórmula que he comentado tan a menudo. Wo Es war, soll Ich werden (…) Es ahí donde estaba el plus de goce, el gozar del otro, adonde yo, en tanto profiero el acto psicoanalítico, debo llegar.”
Lacan, J., El Seminario de Jacques Lacan, libro 19 …o peor, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 190: “(…) es por completo a-normal -objeto a-normal– que alguien que hizo un psicoanálisis quiera ser psicoanalista. Para ello en verdad hace falta una suerte de aberración que valía la pena abrir a todo lo que pudiera recogerse como testimonios”.
Lacan, J., El Seminario de Jacques Lacan, libro 19 …o peor, Buenos Aires, Paidós, 2012.
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Página 190: “(…) es por completo a-normal -objeto a-normal– que alguien que hizo un psicoanálisis quiera ser psicoanalista. Para ello en verdad hace falta una suerte de aberración que valía la pena abrir a todo lo que pudiera recogerse como testimonios”.
Lacan, J., (1971-1972) Seminario 21 “Los desengañados se engañan o los nombres del padre”. Inédito.
Citas:
- Clase del 12/3/74: “(…) las mujeres se entienden en eso, en hacer tramas, tejidas. Y aunque eso habría podido ponernos en camino, es muy curioso que, por el contrario, haya inspirado más bien intimidación”.
- “¿Es posible que en esta historia del nudo borromiano pueda situarse al bien en alguna parte? Se los digo de inmediato, hay muy pocas posibilidades (…) La única virtud que veo salir de esta pregunta —y la indico mientras hay tiempo porque no se la verá más— la única virtud, si no hay relación sexual, como yo enuncio, es el PUDOR”.
- Clase 11 del 9/4/74: “Podría decirse así: «el ser sexuado no se autoriza más que por sí mismo». En el sentido de que puede elegir, quiero decir que aquello a lo cual uno se limita, para clasificarlo varón o mujer en el estado civil, no impide que él puede elegir. Esto, por cierto, todo el mundo lo sabe. El ser sexuado no se autoriza más que por sí mismo; pero yo agregaría «y por algunos otros».”
- Clase del 23/4/74: “Felizmente, hay analista. El analista. Terminaré con una metáfora el analista es el fuego fatuo (feu follet). Esta metáfora no hace fiat lux. (…) La única ventaja que encuentro en ese fuego fatuo es que no hace fiat lux. El fuego fatuo no ilumina nada, sale incluso ordinariamente de cierta pestilencia. Esa es su fuerza”.
Lacan, J., (1971-1972) Seminario 24, “L´Insu que sait de l´une-bevue s´aile a mourre”. Inédito.
Citas:
Clase del 11/1/77: “El inconsciente es que en suma uno habla- si es que hay “hablase” (parletre) – solo. Uno habla solo porque uno no dice jamás una sola y misma cosa – salvo si uno se abre a dialogar con un psicoanalista. No hay medio de hacer otra cosa que recibir de un psicoanalista lo que molesta a su defensa”.
- lase del 14/4/77: “El psicoanalista en el punto al que llegué, depende de la lectura que hace de su analizante, de lo que este (…) cree decirle”. (…) El analizante dice lo que cree verdadero. Lo que el analista sabe, es que no habla sino al costado de lo verdadero, porque lo verdadero lo ignora”.
- Clase del 10/5/77: “¿Quién es supuesto saber? Es el analista. Esto es una atribución, como lo indica la palabra supuesto. (…) saber es su atributo, no hay más que una molestia, esto es que es imposible dar el atributo del saber a cualquiera. El que sabe, en el análisis, es el analizante. Lo que él desarrolla, es lo que sabe, salvo que está otro (…) que sigue lo que él tiene que decir, a saber, lo que sabe”.
Clase del 17/5/77: “Qué es la neutralidad del analista si no es justamente eso, esta subversión del sentido, a saber, esta especie de aspiración no hacia lo real sino por lo real”.
Lacan, J., “Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 272: “El paso del psicoanalizante a psicoanalista tiene una puerta cuyo gozne es ese resto que hace su división, porque esa división no es otra que la del sujeto, cuya causa es ese resto. En este viraje en que el sujeto ve zozobrar la seguridad que obtenía de ese fantasma donde se constituye para cada uno su ventana sobre lo real, lo que se vislumbra es que el asidero (prise) del deseo no es otro que el de un deser”.
Página 272: “En este deser se devela lo inesencial del sujeto supuesto saber, desde donde el psicoanalizante por venir se consagra al άγαλμα de la esencia del deseo, dispuesto a pagarlo reduciéndose, él y su nombre, al significante cualquiera”.
Página 272: “Porque rechazó el ser que no sabía de la causa de su fantasma, en el momento mismo en que por fin él devino ese saber supuesto”.
- Página 272: (…) así el ser del deseo se une al ser del saber para renacer al anudarse ambos en una cinta de borde único en que se inscribe una sola falta.
- Página 273: “Así, de aquel que recibió la clave del mundo en la hendidura del impúber, el psicoanalista ya no debe esperar una mirada, pero se ve devenir una voz”.
Lacan, J., “Nota Italiana”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 327: “El analista no se autoriza sino por sí mismo. (…) lo que tiene que velar es que, para autorizarse por sí mismo, no haya sino analista”.
- Página 327: Mi tesis (…) no implica que cualquiera sea analista. (…) he planteado que es del no-todo de donde surge el analista. No-todo ser que habla podría autorizarse a hacerse analista”.
Página 327: “(…) solo el analista, es decir, no cualquiera, se autoriza únicamente por sí mismo. (…) esta función no vuelve sino probable la ex-sistencia del analista. Probabilidad suficiente para garantizar que los haya”.
Página 327: “(…) No hay analista si ese deseo no le adviene, es decir que ya por ello el sea el desecho de la susodicha (humanidad)”.
Página 327: (…) el modelo del cual el analista (…) representa la caída, el desecho he dicho, pero no cualquiera. (…) El analista, si él se hace cargo del desecho que he dicho es por vislumbrar que la humanidad se sitúa en la felicidad (es donde ella nada, para ella solo hay felicidad), y en ese punto él debe haber cernido la causa de su horror, (…) horror de saber.
Página 327: “Desde entonces, él sabrá ser un desecho. Es lo que el analista ha debido al menos hacerle sentir”.
Lacan, J., “Lituratierra”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 21: “(…) si propongo al psicoanálisis la letra/carta como en espera (en souffrance), es que muestra allí su fracaso. Y es por eso que allí lo aclaro (…) es para demostrar dónde hace agujero».
Página 26: “Que el síntoma instituya el orden en el que se revela nuestra política implica, por otro lado, que todo lo que se articula de ese orden sea posible de interpretación”.
Lacan, J., “Respuesta a estudiantes de filosofía 19 de febrero 1966”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 222: “Por el contrario es en ese momento mismo de coincidencia en tanto captado por la reflexión, donde entiendo situar el lugar por el que la experiencia analítica hace su entrada. Por el solo hecho de considerárselo en El tiempo, ese sujeto del «yo pienso» revela lo que él es: el ser de una caída. Yo soy ese que piensa: «luego, yo soy», ya lo he comentado en otra parte, destacando que el «luego», rasgo de la causa, divide inauguralmente el «yo soy» de existencia y el «yo soy» de sentido. (…) Esta escisión es propiamente aquello de lo cual el psicoanálisis nos da la experiencia cotidiana”.
Lacan, J., “Radiofonía”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 434: “Que la cura solo pueda transcurrir en una lengua particular (la que se llama positiva), hasta jugando a traducirla, garantiza que «no hay metalenguaje», según mi fórmula. El efecto de lenguaje solo se produce ahí por el cristal lingüístico. Su universalidad no es más que la topología hallada de nuevo en la medida en que un discurso se desplaza en esta. El acceso topológico es incluso suficientemente pregnante para que la mitología se reduzca allí al máximo”.
Página 459: “De remitirse a lo que instauré este año con una articulación radical del discurso del amo como reverso del discurso del psicoanalista, y otros dos que motivándose con un cuarto de vuelta permiten el pasaje de uno a otro (…). Equivocadamente, o no, creí poder arriesgarme a distinguirlos del deslizamiento de una cadena articulada por el efecto del significante considerado como verdad -sobre la estructura- en cuanto función de lo real en la dispersión del saber.
Citas:
“(…) si hay uno de los frutos más tangibles, que ahora pueden ustedes palpar todos los días, de lo que son los progresos de la ciencia, eso es que los objetos a corren por todas partes, aislados, solitos y siempre listos para capturarlos en la primera vuelta de esquina. Con esto no aludo a otra cosa que a la existencia de lo que llamamos los mass-media, a saber, esas miradas errantes y esas voces retozonas por las que ustedes están muy naturalmente destinados a estar cada vez más rodeados”.
Miller, J.-A., Sutilezas Analíticas, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
- Página 36: “Se opone a la salud mental (…) la erótica. (…) el aparato del deseo, que es singular para cada uno, objeta la salud mental”.
- Página 36: “El deseo está en el polo opuesto de cualquier norma. (…) Y si el psicoanálisis es la experiencia que permitiría al sujeto explicitar su deseo en singularidad, este no puede desarrollarse más que rechazando toda intención terapéutica”.
- Página 36: “(…) La terapia de lo psíquico es la tentativa (…) vana de estandarizar el deseo para encarrilar al sujeto en el sendero de los ideales comunes, de un como todo el mundo. (…) El deseo implica (…) en el parlêtre, un no como todo el mundo. (…) El discurso del amo siempre quiere lo mismo, (…) quiere el como todo el mundo”.
- Página 36: “(…) el psicoanálisis representa la reivindicación, la rebelión del no como todo el mundo. (…) Esta desviación afirma su singularidad y es incompatible con un totalitarismo, con un para todo x”.
- Página 37: “El verdadero psicoanálisis (…) es el que se pone en la senda del deseo y apunta a aislar para cada uno su diferencia absoluta, la causa de su deseo en su singularidad”.
- Página 37: “El falso psicoanálisis es (…) el que sigue los pasos de la norma, ese cuyo objeto es reducir la singularidad en beneficio de un (…) ideal de la especie. El falso psicoanálisis es el psicoanálisis que se piensa como terapéutico.”
- Página 38: “El discurso analítico sólo reconoce como norma la norma singular que se desprende de un sujeto aislado como tal de la sociedad”.
- Página 40: “El deseo del analista no es ajustarlos a, no es hacerles el bien, no es curarlos, sino obtener lo más singular de lo que constituye su ser”.
- Página> 63: “Subrayar el nombre de la represión primordial como no hay relación sexual, y decir que es lo que pone reparos a cualquier idea de salud mental. (…) La salud mental es una expresión que lo que está en juego, que es siempre la inserción social: la única definición seria de la salud mental es la inserción social”.
- Página.70: “Quizás se ajuste a mi propia orientación decir que la salud es la verdad de un cuerpo. La salud de uno no es forzosamente la salud del otro”.
- Página 76: “El sinthome (…) designa lo que hay de común entre síntoma y fantasma, es decir el modo de gozar en singular de un sujeto”.
- Página 95: “El análisis despeja lo incurable y el sinthome singular es también una verdad universal que se expresa: todo el mundo está loco, todo el mundo hace una elucubración de saber sobre el sinthome. La significancia es una elucubración de saber sobre su modo de gozar”.
- Página 97: “Yo busco (…) el buen uso del sinthome en la práctica del psicoanálisis, en la medida en que este es, lo que hay de singular en cada individuo (..) lo singular no se parece a nada: ex-siste al parecido, es decir, está fuera de lo que es común”.
- Página 99: “El analista no es una memoria, no compara: recibe la emergencia de lo singular. En todo caso esto es lo que implica la orientación a lo singular”.
Miller, J.-A., Todo el mundo es loco, Buenos Aires, Paidós, 2008.
Citas:
- Página 328: “¿En qué el discurso analítico no está coordinado a lo universal?, (…) Primero, no es evidente que la experiencia analítica sea para todos, ni para todas las culturas, ni para todos los tiempos, ni para todos uno por uno. Por lo tanto, no tiene la vocación de enseñarse como dos y dos son cuatro. No ofrece proposiciones de ese tipo. Segundo, la referencia esencial del discurso analítico es el no-todo y no el todo, con la barra de obligación
- Página 333: “La frase “todo el mundo es loco” apunta a eso que, como analista, se trata de escuchar en lo que se enuncia de la boca del paciente”.
- Página 335: “La posición del analista, que no consiste en solamente toquetear lo significante y en interpretar, sino también en apuntar de entrada y verificar que el sujeto está ligado al goce, está inscripto en el goce, se desprende del goce y que fabrica con las diversas maldiciones que lo afectan los medios para sustentar ese goce”.
- Página.342: “Todo el mundo está en su mundo, es decir, en aquello que su síntoma fomenta, con esto nos las arreglamos como podemos para entendernos e intentamos caminar juntos”.
Citas:
Página 10: “En el espacio libidinal existe siempre algo que tiene el estatuto de un corte, de una interdicción, de un punto de no-pasaje, que puede perfectamente obligar (…) a un recorrido”.
Página 22: “El punto de vista de Freud está ordenado sobre todo a partir del hombre, de lo masculino. En el hombre, el ciclo del goce está perfectamente marcado”.
Página 27: “Por lo tanto la cuestión es traer para la sesión un elemento suplementario, equivalente al punto al infinito y que permita ese efecto de la inversión de la orientación que demostramos aquí: el cambio de puntuación, de sentido y de modalidad lógica.”
Miller, J.-A., Sutilezas Analíticas, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 35: “Lacan creía que la falla que vuelve para siempre al hombre enfermo era la ausencia de relación sexual, que esta enfermedad era irremediable (…) La ausencia de relación sexual invalida toda noción de salud mental y de terapéutica como retorno a la salud mental”.
Citas:
“¿Qué es lo que añade a esta articulación calificar dicha máquina como original? Sin duda, Lacan entiende esto en el sentido de que la máquina no se deriva de nada anterior, en un sentido propiamente genético (…) sino en el sentido combinatoria. Y original quiere decir también única. Esta máquina es propia de cada sujeto, tiene que ser reconstituida en la experiencia psicoanalítica para cada sujeto”.
“Evidentemente, la escucha como política sólo se propone sobre el fondo de la ausencia de respuesta. La escucha se convierte ella misma en la respuesta en el silencio del amo”.
“Pues bien, la última clínica de Lacan tiene como punto central el síntoma, y en esta clínica lo absoluto, la substancia, es el goce”.
Bassols, M., “El objeto (a)sexuado”, [en línea]
Citas:
“¿Cuántos sexos llegarán a contarse en este nuevo siglo? La pregunta tiene todo su interés porque desde distintos frentes parece anunciarse el final de la era de los dos sexos y el principio de su multiplicación al infinito. Una vez sobrepasado el dos, ese dos en el que se fundaba la diferencia sexual como algo irreductible, la ciencia empieza a perder ya la cuenta de los sexos posibles».
“Si consideramos ahora más de cerca los nuevos simulacros de la sexualidad y sus objetos, vemos que esta disyunción entre el significante del falo y el goce del cuerpo aparece de modo más claro: la significación fálica vinculada al deseo del Otro tiende hoy a separarse cada vez más de los fenómenos de goce del cuerpo considerado como un goce autista, separado del Otro..”
“La única cuenta sobre los sexos que llegamos a echar así con Lacan, y nada parece indicar que vayamos a contar más allá, es la que resulta del Uno del goce con la (a) de este objeto (a)sexuado. Uno más a, es la fórmula que propone en el mismo Seminario «Aún». Fórmula que no dará nunca ni el Todo único, continuo y sin falta, soñado por la ciencia ni tampoco aquel nuevo sexo que diría la relación del Uno del goce con el Otro que no existe”.
“Se habla hoy así de las «tecnologías de género» desde el cine o la publicidad para indicar este variado campo del morphing fálico. (…) ¿Qué sostiene esta multiplicación? Sostiene el derecho al goce que el sujeto de nuestro tiempo ve como un nuevo derecho insoslayable, el derecho (…) de «repartir, distribuir, retribuir» lo que corresponde al goce para cada uno”.
“Este color de vacío, una vez el objeto ha sido desprendido de las significaciones del falo, es lo que hace de este objeto un objeto finalmente (a)sexuado, fuera de toda significación”.
“Lacan no define aquí lo «heterosexual» como un quien, como un género o identidad sexual producto de una identificación, sino como un qué, como aquello que en la sexuación del sujeto apunta al lado del Eterox, al lado no-todo, no fálico, del objeto (a)sexuado.”
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