El hilo de la Escuela: Interpretación y confianza

TEXTOS | Resonancias

El hilo de la Escuela: Interpretación y confianza

Por Anita Sanhueza I

Quiero comenzar agradeciendo al Director de la sede NEL Santiago, por invitarme a escribir sobre las resonancias de la Creación de la Sede.

Cómo no hablar de este acontecimiento, de la emoción y alegría que conllevó. Ahora bien, no solo de emociones se trata esto, sino que también, de una cierta responsabilidad. Nos toca hacernos cargo de nuestro deseo, de lo que implica ser parte de una Escuela, de la confianza depositada y de hacer existir, como diría Miquel Bassols, un verdadero psicoanálisis orientado por la enseñanza de Lacan en Chile.

De qué manera nos podemos hacer cargo de esto? Algunos significantes resonaron de los encuentros de Escuela que hemos tenido y que pienso que podrían orientarnos: interpretar la Escuela, posición analizante, la posición analítica en todo y la confianza.

Jacques Alain Miller en su escrito Seminarios en Caracas y Bogotá, dirá que una Escuela es una casa simbólica, una casa en la realidad que nos permite agruparnos, es un lugar a donde se dirige la transferencia de trabajo y es un lugar inconsciente. Es como una encarnación del Otro para los analizantes y analistas, es un lugar donde hay juicios, donde las relaciones de unos con otros están en juego, es el lugar donde cada uno demuestra su relación con la autoridad y la aceptación o no de la castración.

En Teoría de Torino acerca del sujeto de la Escuela dirá que la Escuela es un sujeto, un sujeto determinado por significantes de los cuales es efecto.

Si la Escuela entonces es un sujeto, no es sin síntoma, sin actos fallidos ni formaciones del inconciente. Habrá entonces que localizar estos aspectos e interpretarlos. La vida de una Escuela está para ser interpretada, es interpretable analíticamente dirá Miller. Interpretar al grupo significa disociarlo y reenviar a cada uno de los miembros de la comunidad a su propia soledad, a la soledad de su relación con el Ideal. Hay que saber en qué punto está la Escuela, individuar su posición.

La NEL ya nos interpretó, nos orientó hacia la pregunta sobre el síntoma y las necesidades de formación. Estamos advertidos de los efectos de grupo que suelen retornar y de lo intolerable que se nos hace el vacío, lo que no anda. La Escuela debe preservar su inconsistencia como su bien más preciado, como su agalma nos señalará Miller.

¿Cómo hacer con esto? Creo que a través de la posición analizante y la posición analítica.

En una Escuela todo es de orden analítico, la posición analítica en todo. Ya comenté algo de la interpretación y no puedo dejar de mencionar algo del orden del acto. Cómo olvidar el gesto de la presidenta de la NEL cuando se levanta precisamente cuando nuestro Director tomaba la palabra. Confíen, es un significante que se repite, desde Guayaquil hasta Chile y que no cesa de rondar en mi cabeza.

A propósito de la confianza, Lacan en el Seminario 11, dirá que para el psicoanalista, no hay ningún más allá al que pueda remitir aquello por lo cual se siente autorizado a ejercer su función. El valor de lo que obtiene es, sin embargo, inestimable -la confianza de un sujeto como tal. El psicoanalista no puede eludir a la pregunta sobre qué significa la confianza y en torno a qué gira. Su formación exige que sepa, en el proceso por donde conduce a su paciente, en torno de qué gira el movimiento, tiene que conocer, a él debe serle transmitido, y en una experiencia, en torno a qué gira el asunto. (Pág. 238.239).

Lo que interpreto es que la confianza supone un Otro que sabe y un analista que pueda deducir lo que sucede allí. Ahora les dejo el tema de la confianza a ustedes. Saquen sus propias interpretaciones.

Para finalizar, quiero comentarles algo que me sucedió mientras escribía este texto. Cuando estaba buscando la cita de Miller de los Seminarios en Caracas y Bogotá que antes les comenté, me encontré accidentalmente con un pasaje sobre el hilo de Ariadna. Curiosamente, así funciona el inconciente, este pasaje me llevó a un recuerdo infantil.

Estamos yo y mi padre, en una librería de Santiago. No me acuerdo bien si fue él quien me ofreció comprarme un libro o fui yo quien le pidió que me comprara uno, el asunto es que elegí un diccionario de Mitología. Tengo un particular gusto por la mitología, en especial la griega, no sé bien por qué, pero tengo una fascinación por las historias, tal vez porque mi madre solía inventarnos y contarnos cuentos a mí y mi hermana antes de dormir.

A propósito de esto, quiero tomar la historia de Ariadna, en especial, el hilo que permitió a Teseo no perderse en el laberinto, para que podamos pensar cuáles podrían ser los hilos que nos conducirán al trabajo de Escuela. Creo que un hilo fundamental a propósito de las necesidades de formación, sería dar un lugar al control, al análisis y a la confianza. Ser parte de una Escuela, en palabras de Bassols, implica dar un salto al vacío con el convencimiento, con la confianza agrego yo, de que ese salto se da con otros para hacer pie en una experiencia común de transferencia de trabajo