Creación de la Biblioteca de la NELcf-Santiago

Sobre la creación de la Biblioteca de la Orientación Lacaniana Sede NEL Santiago.

Con el propósito de situar un lugar que acerque, difunda y transmita el psicoanálisis de orientación lacaniana en Chile y que se constituya como un dispositivo que dé cuenta del trabajo que se realiza en una Escuela de Psicoanálisis lacaniano, el día sábado 29 de Julio del año 2017 y luego del inspirador Seminario «La escucha analítica, ¿qué orientación?» que dictó Clara María Holguín, presidenta de la NEL, la sede NEL Santiago inauguró la «Biblioteca de la Orientación Lacaniana Sede NEL Santiago».

La creación organizada por la Comisión de Biblioteca, compuesta por Anita Sanhueza, María José Junco, Felipe Maino y José Luis Obaid, comenzó con un texto inaugural que expuso los lineamientos de la Biblioteca, enfatizando su lugar en la acción lacaniana como «eslabón práctico», su apertura a analistas y no analistas, su espíritu de conversación, debate y polémica así como su interés por la subjetividad de la época. También se dio cuenta de la política de préstamos que prontamente se pondrá a disposición, la que estará inicialmente dirigida a miembros, asociados y amigos de la Sede para posteriormente abrirse a la ciudad.

Luego se dio inicio a la puesta en escena de la actividad principal: Con el deseo de provocar el interés hacia la Biblioteca y crear un escrito que permitiese rescatar la elaboración de la Comisión -sin convertirse en un texto grupal y articulando el uno por uno, como piezas sueltas- se dio origen al «cadáver exquisito». Tal como la técnica empleada por los surrealistas, el cadáver exquisito se creó a partir de una frase enviada a uno de los integrantes de la Comisión, quien elaboraba un texto a partir de ella para enviar solamente sus palabras finales a otro integrante y así sucesivamente. Así tomó cuerpo un texto azaroso y múltiple que quisimos poético y fue leído a varias voces para transmitir la orientación de una biblioteca de Escuela. Si desean ver dicha elaboración, pueden acceder al texto al final de este escrito.

Por último, la creación de la Biblioteca finalizó con una hermosa presentación a cargo de Borromeo y sinthome y La/ quienes homenajearon con su música a Violeta Parra.

La Biblioteca de la Orientación Lacaniana, es una de las modalidades de trabajo en el Campo Freudiano orientada en su acción por la Federación Internacional de Bibliotecas de la Orientación Lacaniana (FIBOL). La biblioteca de nuestra sede se encuentra actualmente en movimiento hacia la inserción en dicha Federación y de esa marcha decidida se informó también a miembros y asociados. Actualmente contamos con 230 libros aproximadamente, una política de adquisición de libros que comenzó con la compra de los seminarios de Jacques Alain Miller faltantes, la gestión de compra de publicaciones de la NEL y la posterior adquisición de libros relacionados con las actividades de la AMP y de otras Escuelas. Tomando en cuenta que la Biblioteca es un lugar que propicia el diálogo con otros discursos, una parte de las actividades de la Biblioteca de la Orientación Lacaniana Sede NEL Santiago estarán inspiradas en la emblemática figura de Violeta Parra, célebre cantautora y artista chilena que se dedicó a rescatar la cultura popular, cumpliéndose este año el centenario de su natalicio. Violeta y lo femenino, para pensar lo femenino en el último Lacan, será una orientación. En octubre, se iniciarán las actividades con la visita de Carlos Gustavo Motta, cineasta y analista de la EOL y de la AMP y en noviembre, contaremos con el lanzamiento del libro de uno de nuestros miembros de la NEL, Silvia Macri.

Como podrán apreciar, es una Biblioteca naciente que, sin embargo, ya camina, y un espacio vivo al cual están todos cordialmente invitados a participar. Sean todos bienvenidos a la «Biblioteca de la Orientación Lacaniana Sede NEL Santiago».

Comisión de Biblioteca de la Orientación Lacaniana Sede NEL-Santiago
Anita Sanhueza, Encargada.
María José Junco
Felipe Maino
José Luis Obaid

Cadáver exquisito…

«Cadáver exquisito. ¡Vaya oxímoron!

Es el procedimiento que elegimos para este texto de inauguración. Ya saben cómo es, fue un invento de los surrealistas, composición colectiva y solitaria; cada uno aporta algunas letras, una pieza, pieza enigmática para el Otro pues sólo se le da a leer un fragmento fronterizo; se lo priva de cualquier secuencia que permita deducir un sentido, no hay cadena ordenada, se le arroja al compañero un hueso, uno duro de roer y que se las arregle. Así, será la última línea de este párrafo la que de una punzada a quien siga con la escritura.

Elegimos el corte y la divergencia, como esa infinita Biblioteca que soñó Borges (porque se trata de la Biblioteca, no olvidar) Esa biblioteca era un panal de muros hexagonales; biblioteca para el enjambre. Cadáver exquisito. Nicanor Parra, hermano de la gran Violeta que hoy se hará presente entre letras y notas, Nicanor llamó a este procedimiento «quebrantahuesos». Quebraduras para obtener piezas singulares que, sin embrago, colectivizan. ¡Vaya oximorón!, pero… ¿No es la obra de Lacan una gran danza antinómica, una condanzaciónde universal y singular? Cadáver viene de caer, cadere, y lo caído, casus, hace accidente, ocasión. «La ocasión hace al ladrón»… ¿Por qué digo esto?, no sé muy bien, me tomó el surrealismo; podría dejarlo como pieza suelta para quien siga, pero no… prefiero acordarme del gran poeta Rodrigo Lira: «¡Que el verso sea una ganzúa para entrar a robar de noche!». Versos que sean ocasión de ladrón, letra/carta robada, carcomiendo cualquier deducción posible, jaqueca de policías. Versos gusanos como juega el equívoco en francés, versos de cadáver, pero de cadáver exquisito, piezas sueltas que puedan ser la delicia del goce de la vida, como aquel jardín del Bosco.

Los números primos (así, lo saco de la nada, carta bajo la manga). Números que se dividen sólo por sí mismos y por el UNO. Nadie sabe cómo se distribuyen, pero hay una tensión que los comunica a todos. FreemanDyson, un físico y matemático inglés, frente a la matriz de distribución de esos números enigmáticos descubrió algo notable: se distribuyen del mismo modo que la distribución de los saltos de energía del átomo.Pulsos. La soledad en la Escuela, y vale lo mismo para la Biblioteca, es la soledad pulsante de los números primos.

Hablamos de magnitudes, corrientes periódicas, incluso de soledades que pudieran comportar el brillo estelar capaz de iluminar el armario oscuro en que puede devenir una biblio-teca.Para habitarla y despercudirla de la abulia y la anhedonia de la ilustración.

Como el sueño de Dora que busca en los libros un saber más allá del padre. Una biblioteca orientada no sólo por la falta de saber, sino por la imposibilidad de saber que exorciza al parletredel conócete a ti mismo y la realidad vacila sin sentido.

Ahí, los libros vibran. Los libros cobran vida, salen al baile y abren sus páginas al soplo de la ignorancia. Circular como letra incentivando interpretaciones, creando autores, también dejándose hablar.

Es en cuanto modalidad de trabajo que las bibliotecas del Campo Freudiano alcanzan un rol fundante. Orientación política -a declinar para esta biblioteca bajo las coordenadas nacionales y de época- pues las sitúa como eslabón práctico, en su lugar de acción lacaniana, es decir, parte de las consecuencias que se desprenden de dicha modalidad.

Si pudiéramos nombrar la biblioteca como un litoral que hace existir lo éxtimo.Un topos entre intención y extensión. ¿Valdrá preguntar por los orígenes o, como el Malaquías de Ecco, diremos que los orígenes de la biblioteca se pierden en la oscuridad del pasado más remoto?

Sabemos que la oscuridad se puede volver un enigma que causa, ¿qué queda tras esa opacidad que deja el paso del tiempo? La biblioteca, entre otras funciones, resguarda trozos de historia, fragmentos, vestigios, restos; todos ellos quedan accesibles y a la espera de ser visitados, a destiempo, a contratiempo, diacrónica y anacrónicamente, de manera ordenada o caótica, y en ese encuentro se puede producir un efecto (o no) en quien los lee. Si la pregunta por el origen nos remite a la introducción del sujeto en el lenguaje, la lectura en parte, nos acerca, una y otra vez, a ese instante inaugural. La relación que cada quien tiene con el psicoanálisis y con su lectura, es siempre uno por uno, pero no por ello, en soledad total, los libros, en efecto, vienen al lugar del Otro.

Freud planteó en 1906 que los buenos libros son aquellos con los que te sientes en compañía de «buenos» amigos, «a los que uno deba parte de su conocimiento de la vida y de su cosmovisión propia», introduciendo así dos elementos en una sola idea; a saber, lo que repercute como efecto propio en compañía de Otro, que no sería otra cosa además que la transferencia. Los libros entonces, pueden transformarse también en compañeros de ruta y se espera de ellos que sean de esos compañeros que despiertan, que provocan y que nos lanzan al trabajo. Con esta noción en el horizonte la pregunta que vale sería ¿podemos pensar en que la palabra escrita puede también tocar el cuerpo?, ¿se trata de eso cuando nos proponemos hacer hablar los libros?

Tal como la bofetada en la mejilla que sintió una de las histéricas de Freud luego de una plática con su marido (Freud,1893, Estudios sobre la histeria, pág.190-191), nos interesa que este lugar toque algo de nosotros, no necesariamente como síntoma conversivo, por supuesto.

Que la palabra no reine en lo simbólico, capturada por las páginas de los libros polvorientos que no han sido usados, sino que sean abiertos, para que la orientación lacaniana se inserte en la ciudad.

Lacan dirá en su seminario 4 en relación a la falta de objeto, que el bibliotecario vive enteramente en un mundo simbólico. «La ausencia de algo en lo real es puramente simbólica. Si un objeto falta de su lugar, es porque mediante una ley definimos que debería estar ahí. No hay mejor referencia que ésta – piensen en lo que ocurre cuando pides un libro en una biblioteca. Te dicen que falta de su lugar, aunque pueda estar justo al lado, y no es menos cierto que en principio falta de su lugar, que por principio es invisible. Eso significa que el bibliotecario vive enteramente en un mundo simbólico. (Seminario 4, pág.40)

Como futuros bibliotecarios deseamos no solamente quedarnos en este registro, sino que la Biblioteca, se sitúe como un nudo que pueda abrochar la clínica, la episteme y la política.

Que esta biblioteca no sea más como lo dice su etimología, «el lugar donde se guardan los libros» sino aquel lugar que permita un más allá en los analistas, un eslabón práctico del psicoanálisis de orientación lacaniana. Que no solamente los libros permitan escrituras, escrituras que den «calma a los tormentos del alma» como diría Violeta Parra, sino que permitan también ser escrituras de la singularidad.

No nos queda más que invitarlos entonces a la Biblioteca de la Sede NEL Santiago.

Sean todos bienvenidos.»

Si desean ver la presentación del cadáver exquisito, lo pueden hacer aquí: