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Citas:
Página 160: “Ya en 1896 destaqué la relevancia de los años infantiles para la génesis de
ciertos importantes fenómenos, dependientes de la vida sexual, y después no he cesado de
traer el primer plano el factor infantil de la sexualidad”.- Página 173: “(…) disposición polimorfa y por tanto infantil”.
- Página 181: “Para completar el cuadro de la vida sexual infantil, es preciso agregar que a
menudo, o regularmente, ya en la niñez se consuma una elección de objeto como la que
hemos supuesta característica de la fase del desarrollo de la pubertad….He ahí, pues, el
máximo acercamiento posible en la infancia a la conformación definitiva que la vida sexual
presentará después de la pubertad…la unificación de las pulsiones parciales y su
subordinación al primado de los genitales no son establecidas en la infancia, o lo son de
manera muy incompleta”.
Lacan, J., El Seminario, Libro 4, La relación de objeto, Buenos Aires, Paidós, 1994.
Citas:
Página 15: “En Freud se habla, por supuesto, de objeto. La última parte de los Tres ensayos para una teroría sexual, se llama precisamente El reencuentro del objeto, Die Objektfindung”.
- Página 23: “El objeto tiene aquí un papel muy distinto, se sitúa, por decirlo así, sobre un fondo de angustia. El objeto es un instrumento destinado a enmascarar, a modo de una protección, el fondo fundamental de angustia que caracteriza a la relación del sujeto con el mundo en las distintas fases de su desarrollo. Así, en cada etapa, el sujeto debe ser caracterizado.” pp 23
- Página 28: “Finalmente, el tercer encabezamiento bajo el cual encontramos al objeto, si lo seguimos a Freud, es el de la reciprocidad imaginaria, o sea que , en toda relación del sujeto con el objeto, el lugar del término es relación es ocupado simultáneamente por el sujeto. Así, la identificación con el objeto está en el fondo de toda relación con él”.
- Página 38: “Nunca, en nuestro ejercicio concreto de la teoría psicoanalítica, podemos prescindir de una noción de la falta de objeto con carácter central. No es negativa, sino el propio motor de la relación del sujeto con el mundo.”
- Página 203: “En particular, así es como vemos introducirse uno de los términos principales
de la experiencia freudiana, esa degradación de la vida amorosa a la que Freud consagró un estudio especial. Por el vínculo permanente del sujeto con aquel primitivo objeto real que es la madre como frustrante, todo objeto femenino será para él tan solo un objeto desvalorizado, un sustituto, una forma quebrada, refractada, siempre parcial, con respecto
al objeto materno primero”.
Citas:
Página 233: “La parte de nosotros mismos que está atrapada en la máquina y que es irrecuperable por siempre jamás. Objeto perdido en los distintos niveles de la experiencia corporal donde se produce su corte, él es el soporte, el substrato auténtico, de toda función de causa. (…) Esta parte corporal de nosotros mismo es, esencialmente y por su función, parcial. Conviene recordar que es cuerpo, y que nosotros somos objetales, lo cual significa que sólo somos objetos del deseo en cuanto cuerpos.”
Página 354: “Esencialmente, no es cierto que el niño sea destetado. Él se desteta. Se desprende del seno, juega. Tras la primera experiencia de cesión, cuyo carácter ya subjetivado se manifiesta sensiblemente mediante la aparición en su rostro de los primeros signos que esbozan, nada más y nada menos, la mímica de la sorpresa, el niño juega a desprenderse del seno y a volver a tomarlo”.
Página 355: “(…) de la función del objeto a que nos permite concebir el objeto anal, en la medida en que éste resulta ser el primer soporte de subjetivización en la relación con el Otro, quiero decir como aquello en lo cual, o aquello mediante lo cual, el sujeto es requerido en primer lugar por el Otro para que se manifieste como sujeto, sujeto de pleno derecho”. .
Lacan, J., “Alocución sobre las psicosis del niño”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012.
Citas:
Página 387: “Por impotencia para plantear ese estatuto del fantasma en el ser-para-el-sexo (…) el psicoanálisis chapucea de modo folclórico un fantasma postizo, el de la armonía alojada en el hábitat materno”.
Página 389: “Lo importante no es sin embargo que el objeto transicional preserve la autonomía del niño, sino que el niño sirva o no como objeto transicional de la madre”.
Página 389: “¿Extraeremos la consecuencia de un término como el de niño generalizado? (…) He ahí lo que signa la entrada de todo el mundo en la vía de la segregación”.
Citas:
- “Mi punto de partida ha sido entonces preguntarme si la violencia en el niño era un síntoma, y por qué, puesto que quien dice síntoma, en psicoanálisis, dice desplazamiento de la pulsión, o por lo menos, en términos freudianos, sustitución de una satisfacción de la pulsión, lo que en lacaniano puede traducirse como goce. Ahora bien, ¿acaso la violencia no se produce justamente cuando no hay este desplazamiento, esta sustitución, este Ersatz, como decía Freud? Hete aquí la pregunta que me hice: la emergencia de la violencia, ¿no es acaso el testimonio de que no ha habido sustitución de goce?”
- Recordaré solamente que es preciso hacer sitio a una violencia infantil como modo de gozar, incluso cuando se trate de un mensaje, lo cual implica no atacarla de frente…A mi parecer, el analista preferentemente debe proceder con el niño violento con dulzura, sin renunciar a maniobrar, cuando sea necesario, una contraviolencia simbólica.”
- “No ignoremos que hay una revuelta del niño que puede ser saludable y distinguirse de la violencia errática. Soy partidario de alojar esta revuelta, porque una de mis convicciones se resume en lo que el presidente Mao había expresado en estos términos: es justo rebelarse.”
Miller, J.-A., “El niño y el saber”, Los miedos de los niños, Buenos Aires, Paidos, 2017.
Citas:
Página 23: “El psicoanálisis incita a sustituir este modelo oral de la transmisión del saber por una referencia anal. Esta siempre exige al sujeto que se vacíe por dentro, que suelte lo que le pertenece como propio, que se purifique del desecho que contiene…La voz y la mirada no están menos implicadas en la relación del niño con el saber. Es preciso una voz que sostenga el saber.”
Páginas 23 y 24: “Al Instituto del Niño le corresponde restituir el lugar del saber del niño, de lo que los niños saben. Siempre saben más de lo que suponen los adultos, ya atontados por su educación acabada: ya saben más del lenguaje, por anticipación,…saben los secretos de familia; saben el deseo de los padres, aunque solo sea en virtud de ser su síntoma;…En el discurso analítico el saber del niño es respetado”.
Citas:
“Para definir la contemporaneidad se podría decir que el niño de hoy nace en un mundo que ya no está estructurado por el a priori del amor del padre (…) Esta particularidad fragiliza su construcción sobre todo porque (…) está confrontado a formas de goce adictivas que testimonia la clínica. El niño está confrontado sin mediación a lo que no cesa de repetirse tanto en la vertiente del “demasiado lleno” o el “demasiado vacío”, como en las adicciones que conciernen a todos los circuitos pulsionales: el oral (…); el anal, retención-expulsión, agresividad; lo escópico, juegos de video y pantallas múltiples; y lo vocal, el objeto voz con las intolerancias a los mandamientos en general.”
“Estos nuevos síntomas definen una clínica que subrayan una fragilidad del padre. Ella empujó a ciertos psicoanalistas a abandonar su estatuto en el olvido de la historia y decidirse en la sociedad sin padres diversamente calificada.”
“Se trata de buscar caso por caso en las parentalidades de hoy y con los problemas clínicos con los que las familias se confrontan qué es lo que actúa suficientemente como excepción del lado mujer y del lado hombre para definir un carisma necesario que sorprenda a la familia. Propongo entonces, como investigación, buscar en estas dos vertientes, femenina y masculino, cómo se encuentra lo que hace de padre en la configuración de los goces de hoy.”
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